La vida está llena de imprevistos, y asumirlo es por donde toca comenzar. Luego, toca asumir que cuando ocurren con frecuencia, pueden tener un impacto significativo en nuestra salud física y emocional. Los imprevistos atacan directo a la energía vital, puesto que ponen al cerebro a trabajar al máximo, y considerando que es el órgano del cuerpo que consume más energía en el día, es normal quedar drenados de batería, después de apagar muchos "incendios" continuos o recurrentes en el tiempo.
La energía vital, a menudo llamada simplemente "energía", es la fuerza que nos impulsa a realizar actividades cotidianas y a enfrentar desafíos. Es la base de nuestra vitalidad y bienestar en general. Cuando tenemos suficiente energía vital, nos sentimos motivados, positivos y capaces de superar obstáculos. Sin embargo, cuando esta energía se agota, nos volvemos más propensos al agotamiento, el estrés y la enfermedad.
Si ya te estás preguntando, ¿Cómo hago para cambiarlo? La respuesta es simple. Cada vez que estés frente a un imprevisto, tomate el tiempo de aprender de esa experiencia, y pregúntate:
¿Estos es algo que pude haber evitado?
Si la respuesta es si, la solución es la planificación y flexibilidad: Aunque no puedes prever todos los imprevistos, puedes prepararte mejor, planificando lo que más se pueda a corto y a largo, teniendo un plan B o siendo flexible en tu enfoque. Tener un margen de maniobra en tu agenda diaria puede ayudarte a lidiar con los cambios sin sentirte abrumado en el día a día.
Si la respuesta es no, entonces el enfoque es afrontarlo de la mejor manera. Hay cosas que definitivamente escapan de nuestras manos, y en esos casos solo queda afrontarlos de la mejor manera. Para esto, te dejo algunos tips.
- Practicar la resiliencia: Entrenar nuestra mente para enfrentar los imprevisto con una mentalidad positiva y abierto a la adaptación. Esto incluso nos permitirá encontrar más y mejores soluciones, por ende, mejora la recuperación en los imprevisto. ¡Escoger que y como pensar!
- Mantener una buena salud: Una dieta equilibrada, ejercicio regular y suficiente descanso pueden aumentar tu energía vital en general. Cuanto más saludable te sientas, más capaz serás de enfrentar los imprevistos.
- Meditación y mindfulness: Estas prácticas pueden ayudarte a manejar el estrés relacionado con los imprevistos. La meditación y el mindfulness te permiten mantener la calma y la claridad mental, incluso en situaciones desafiantes.
- Red de apoyo: Mantener relaciones sólidas y un círculo de apoyo puede ayudarte a enfrentar mejor los imprevistos. Compartir tus preocupaciones y recibir apoyo emocional puede aumentar tu energía vital.
En resumen, hay imprevistos evitables, que con amabilidad, paciencia y autobservación, podrás ir mejorando a través de la planificación y flexibilidad. Y los que son parte inevitable de la vida, no tienen que agotar toda tu energía vital, puedes entrenar tu mente para afrontarlos de mejor manera. Por ultimo, no olvidar que toda gran tormenta, necesita luego un momento de paz, una pausa para recargarnos y luego continuar.
Todas las técnicas expuesta, se pueden realizar de forma sostenible en el tiempo, con un método basado en la ciencia, que se adapta a cada estilo de vida. Si necesitas acompañamiento, escríbeme o entra directo a la sección personas.